Rejuveneces en cada cambio, mientras que cada nueva cara con la que me miras me hace sentir mayor. Unas veces más experimentada, otras más sabia, la mayoría sólo más vieja.
Me invade la nostalgia al contemplar las fotografías del año en que te conocí. Esos días no volverán, siempre serán pasado, pero un pasado contigo es más valioso que cualquier futuro sin tí. Al menos puedo decir que estuve allí mientras fuiste, es algo de lo que puedo presumir. Yo te vi ser y crecer y mudarte la piel.
Y como no hay nada escrito, me ilusiona pensar que todavía me queda mucho que aprender de tí, de lo que algún día serás, y seré, y recordaré este momento, así como cada una de las experiencias que dejamos atrás.
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