Pero incluso los seres más frágiles sois capaces mover montañas. Quizás no de golpe, pero sí piedra a piedra, porque cada granito de arena cuenta. Y muchas veces oímos hablar de ese efecto mariposa con el que provocas una tempestad al otro lado del planeta gracias a un simple revoloteo.
Todos tenemos ese poder, aunque la mayor parte del tiempo no somos conscientes del impacto que tienen nuestros actos ni de la fuerza que esconden nuestras palabras.