lunes, 31 de julio de 2023

Dos gotas de agua

Dicen que somos iguales,
ignorando nuestra identidad.
Solo en parte nos parecemos, 
solo en lo más superficial.

Tú eres tú, 
y yo soy yo,
aunque ellos no 
distingan la ecuación.

Cambiamos de cuerpo y forma,
de textura y de color.
A través de nuestros poros
reflejamos universos sin voz.
Aire denso,
bruma del mar,
aire contra frío cristal.

Venimos de diferentes lugares
y nos dirigimos hacia distinto final.
Tratan de compararnos
aquellos que no saben mirar.
Pero ellos no me conocen
y nunca te conocerán, 
aun con nuestra transparencia
no pueden ver más allá.

Porque eres, 
soy
y somos,
pero cada una en su lugar.


lunes, 24 de julio de 2023

Y formar parte de tu brillo

Elévame a tus alturas y muéstrame las vistas con las que amaneces cada mañana. Prometo no soltarme de tu mano. Si caes yo también caeré, pero acepto el riesgo de precipitarnos a la vez.

Eres torre de nuevos tiempos, sin piedras ni murallas, esbelta y espigada, con brillos y reflejos perfilando cada costado. No tratas de pasar desapercibida, sino que captas la atención del mundo, y te haces oír alto y fuerte. 

Muchos te ven pero pocos te conocen, pocos saben lo que implica estar despierta las veinticuatro horas que tiene el día. Y aun así tú siempre impecable, siempre dispuesta y alerta.

Ahora descansa, yo me quedo vigilando que nadie te turbe, que no te molesten. Hoy seré tu baluarte, tu pequeño vigía. Cierra los ojos y duerme tranquila, yo te espanto los desvelos para que sueñes con tu mejor vida.

miércoles, 5 de julio de 2023

Cuando deseo ser otro

Entre juncos vivo, a la sombra de sus verdes tallos, largos y finos, que flexibles se doblan sin quebrar. No como yo, pobre idiota, que se quiebra cada vez que un ave sobrevuela la charca.

Aquí camino sin miedo, el agua cubre mis huellas para evitar que algún intruso me persiga hasta este lugar secreto, donde me escondo y me encuentro con mis propios sentimientos. Donde imagino que vuelo, sin que nadie me mire extraño por desear ser diferente a ellos.

Y salto, brinco y salto de nuevo, acariciando el viento que silba en mi oído que cada día es perfecto para alzar el vuelo. Y lo intento, me esfuerzo pero no me surgen las alas, no logro estar suspendido más que un par de segundos, a unos cuantos centímetros sobre el suelo. 

Pero existe un lugar donde me recreo, allí el aire no revela las marcas de mis dedos, no dejo marcas en el cielo, ni en el suelo, porque vuelo, y nadie podrá seguirme cuando transito mis sueños.