viernes, 27 de enero de 2023

En constante movimiento

El mundo se mueve y nosotros nos movemos con él. O quizá sea nuestro movimiento el que lo permite girar, manteniendo una inercia constante, como roedores dentro de una rueda gigante. 

Podemos acompañar su paso o tratar de ir contracorriente, acelerar o reducir la velocidad de nuestros pasos, pero sin detenernos, ya que siempre hay un lugar hacia el que caminar. 

Tenemos una responsabilidad con el planeta, no podemos dejar que pierda impulso. Cada paso importa para seguir girando y construyendo día a día un lugar aún mejor al que encontramos al llegar.





lunes, 16 de enero de 2023

Viajando sin remitente

Ampliamos horizontes con cada viaje que sellamos en el pasaporte, mientras cargamos nuestra mochila con las experiencias que nos aportan esos parajes desconocidos. Pero es fácil cometer el error de quedarse en la superficie, sin explotar al máximo lo que nos pueden ofrecer todas esas vivencias.

Olvidémonos un poco del lugar de donde venimos para empaparnos hasta los huesos del lugar en el que estamos, permitiéndonos explorar más allá de nuestra zona conocida. Escuchemos lo que tienen que contar los autóctonos, tal vez esa pequeña interacción sin guion redirija por completo el rumbo de nuestro viaje.

Y seamos amables con esas personas con las que nos cruzamos durante unos segundos fugaces, exactamente el tiempo que nos lleva enfocar correctamente, ya que quedarán inmortalizadas para siempre en las instantáneas de aquella ciudad. Sin conocer su nombre ni dirección, pero con su perpetua mirada clavada en esa fotografía a pie de calle. Espontánea, sin preparación previa, que es como se retrata la autenticidad. Atrapados en una pose infinita, sin envejecer, sin cansarse ni descansar. Completos desconocidos que acabarán siendo el alma de aquel momento, sin los que ese recuerdo nunca sería el mismo.

lunes, 9 de enero de 2023

La magia que compone las nubes

Opacas o translúcidas, de contornos perfectamente definidos o con bordes difuminados que entremezclan sus ingredientes con el intenso azul del cielo. Las nubes esconden figuras que despiertan nuestra imaginación, nos devuelven esa mirada propia de los ojos de un niño, permitiéndonos soñar despiertos mientras el mundo detiene su giro por un instante. 

Traviesas se dejan llevar por el compás del viento, unas veces pausadas mientras otras veloces. Una carrera frenética a diferentes alturas, luchando por sobrevivir a un horizonte que terminará engulléndolas en la distancia. 

Volubles en sus deseos, voluminosas en su empeño por cubrir con su manto cada pedazo de firmamento. Esperando las condiciones idóneas para revelar la magia que esconden entre cada hueco de su esponjoso entramado.

Sólo entonces se precipitarán en picado al suelo para volver de nuevo al inicio y recorrer así una orografía de sobra conocida, dibujada una y otra vez por interminables ciclos en los que el agua es origen a la vez que resultado.