martes, 29 de marzo de 2022

Skyline

El perfil urbano se transforma en una competición vertical entre gigantes que intentan eclipsar al resto de formas que dibujan el horizonte. Con el paso de los años va adquiriendo una silueta distinta a la anterior, un rostro cambiante que atrae con su magnetismo las miradas de los transeúntes. La ciudad se ve impulsada por una dinámica permanente e impredecible, logrando sorprendernos cuando nos reencontramos con ella tras una larga temporada, pero guardando una parte que nos resulta familiar.

Algo parecido nos sucede al ver después de mucho tiempo a alguien con quien hemos compartido momentos importantes de nuestra vida. Aunque todo haya cambiado, parece que el tiempo no ha transcurrido, quedando  suspendido, esperando ese momento en el que coincidamos de nuevo para volver galopar al mismo ritmo. Redescubriendo aquello que nos unía y tejiendo nuevos hilos que nos conducirán en una evolución continua.




viernes, 18 de marzo de 2022

Los guardianes de la noche

El mundo cambia mientras ellos permanecen impasibles, observando las luces que se deslizan sobre las fachadas de la ciudad. Sentenciados a permanecer sobre sus pedestales, inmóviles bajo capas de hierro y bronce, para recordar a quienes fueron personajes ilustres de su tiempo.

Pero cuando la fría noche los envuelve en la oscuridad más profunda, cabalgan en medio de un silencio ensordecedor, pasando inadvertidos como fantasmas de otra época, aunque dotados de cuerpo y forma.

jueves, 10 de marzo de 2022

Remando en distintas direcciones

A lo largo de la vida afrontamos circunstancias que nos marcan en mayor o menor medida, de modo que las experiencias pasadas y las necesidades que envuelven nuestro presente condicionan incluso las decisiones más triviales. Cada uno de nosotros tomamos diferentes direcciones, elegidas o impuestas, ya que no siempre está en nuestra mano el control de la situación. 

Hay momentos en los que nos vemos estancados, inmóviles, incapaces de avanzar, mientras que en otros nos sentimos arrastrados a un lugar al que no pertenecemos. Pero no estamos solos. Si miramos detenidamente a nuestro alrededor podremos apreciar cómo la incertidumbre también inunda los ojos de aquellos que nos rodean.

Nos cruzaremos con unos y con otros, puede que coincidamos con ellos pequeños instantes o durante una eternidad. Algunos desviarán nuestra trayectoria mientras que otros nos impulsarán hacia adelante, contagiándonos con su energía. 

Aun así, es fundamental no perder de vista nuestro objetivo, aquello que realmente nos mueve por dentro, y esperar el momento adecuado para remar hacia ello. Sin apresurarse, quizá incluso dando un rodeo, ya que puede haber muchos caminos que nos lleven al mismo destino.