No importa lo largo del trayecto, siempre rodeados por similares figurantes. La joven estudiante, la familia de cuatro, el hombre de negocios, la pareja de enamorados, los trabajadores del turno de noche que se cruzan por un instante con los recién levantados. Todos ellos interpretando su rol cada uno en posición, como personajes en un acto premeditado y ensayado durante horas, ávidos por alcanzar la perfección.
lunes, 30 de mayo de 2022
Desde la estación
Arranca una nueva jornada. Como cada día, el sonido de las máquinas invade los rincones de la estación. Gente que viene y va, a paso lento o apresurado, arrastrando sus maletas que traquetean cargadas de posesiones que los acompañarán en su viaje. Unos parten mientras otros llegan. Nerviosos e ilusionados unos, tranquilos y resignados otros.
martes, 17 de mayo de 2022
Persiguiendo el horizonte
Esa frontera visual tan delgada y nítida, tan sencillamente perfecta, que parece haber sido pulida con esmeril. Una línea que en ocasiones aparece difuminada por la bruma del profundo mar, que nos invita a adivinar dónde acaba el cielo, luchando para no ser engullido en la distancia.
Pero allá donde nuestros ojos alcanzan a distinguir no es el final, ya que por más que tratemos de salir a su encuentro siempre estaremos a la misma distancia, siempre infinita, simplemente inalcanzable.
Aun así no debemos resignarnos ante lo imposible, no debemos dejar de perseguir metas ya que siempre habrá algo por lo que continuar caminando hacia adelante, persiguiendo ese horizonte, eternamente lejano. Una persecución que nos permitirá disfrutar de un camino repleto de momentos aparentemente insignificantes, que irán tejiendo el conjunto de nuestra vida.
lunes, 9 de mayo de 2022
Sinestesia
Ya se siente la calidez de la primavera, trabajando sin descanso para teñir de nuevo los jardines con una estampa de mil colores. Los pétalos brillantes y aterciopelados acarician la vista de quien se atreve a observarlos de cerca. Su delicada fragancia despierta nuestro olfato e inunda los sentidos que se ven saturados ante tanta belleza.
Una belleza que se antoja efímera, estacional, que cambia o incluso se desvanece con el pasar de los meses. Pero volverá para emocionarnos con los acordes de su radiante melodía, ácida o melosa, dependiendo del viento que le silbe.
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