Instantáneas bajo cero

El invierno se ha manifestado con fuerza este fin de semana. Parques nevados, carreteras congeladas y esas punzadas de frío que nos provoca el aire helado sobre nuestra cara. Agradable para unos, molesto para la mayoría. 
Parece que la vida se ralentiza, incluso casi se detiene. Pero aunque solo nos apetezca ver pasar el temporal a través de la ventana, debemos aprender a disfrutar también de estos momentos, ya que se desvanecen con rapidez, cayendo inevitablemente rendidos ante el imponente sol que seguro llegará.

La belleza de un día gris

Estos días nublados siempre provocan cierta tristeza. Pero debemos procurar no cerrar los ojos ante el encanto que pueden guardar en sí mismos. Además, estos días siempre ayudan a apreciar más aquellos en los que el sol nos acompaña y nos llena de vida.

Un año después - Salamanca

¡Qué caprichoso es el tiempo! En ocasiones parece que se detiene y otras veces da la sensación de que corre a una velocidad frenética. Y antes de que te des cuenta ahí estás, un año después.
Hay cosas que parecen perdurar ajenas al paso del tiempo, por ejemplo las joyas arquitectónicas, como la catedral de Salamanca. Imponente, ahora y siempre.
Sin embargo, en nuestra vida hay millones de situaciones que empiezan y terminan, quedando guardadas en nuestra memoria como tímidos reflejos, a riesgo de modificarse o incluso llegar a perderse. Suerte (o desgracia) que algunos recuerdos nunca se olvidan.

Círculos de vida

A lo largo de la vida todos pasamos por muchas etapas. Unas serán más relevantes que otras, pero nos marcarán de un modo u otro. Todas ellas nos enseñan algo y nos hacen crecer, porque provocan un cambio sobre nosotros, a veces imperceptible, pero ese cambio existe.

Al final, somos la suma de todas esas experiencias, ilusiones y decepciones, logros y fracasos y las respuestas que hemos creado hacia ellos. No olvidemos la gran influencia que tienen en nosotros aquellas personas que han pasado de algún modo por nuestra vida, porque sin ellas, no seríamos los mismos.

Por esto, os invito a pensar por un momento en vuestro pasado, en cómo hemos llegado aquí y en quienes nos han acompañado en el camino.  
Celebremos todo lo bueno y aprendamos de lo malo.

Disfrazados

Los carnavales son muy especiales para los niños, pero esto no significa que los adultos no los podamos disfrutar.

¡Al contrario!

Debemos permitirnos un respiro. Volver a sonreir y divertirnos como lo solíamos hacer. Juguemos a ser otro.
Por un día, aprendamos de los más peques y pongamos al mal tiempo buena cara.

Barrido fotográfico

Bueno, pues aquí os dejo mis primeros barridos! Mejorables...¡sin duda alguna! Pero aún así me siento muy satisfecha con los resultados, dado que son los primeros y fueron totalmente improvisados.
Prometo trabajar en ello para poder mostraros en un futuro (espero que no muy lejano) imágenes más logradas, pero por ahora espero que os gusten.

Inmóvil a orillas del Arlanzón - Burgos

Qué fácil resulta retratar estatuas. No se mueven, ni se quejan. Tampoco están ansiosas por ver la magnífica foto que les has sacado, que puede que las decepcione por no ser lo que imaginaban. 
Están ahí, impasibles, esperando, sin saber muy bien a qué. Puede que no esperen nada, y simplemente estén viendo la vida pasar. A veces envidio esa falta de preocupación hacia el futuro. Pero no se lo podemos reprochar, solo son estatuas.

Vuela alto

Vuela alto y no te rindas. 
Siempre habrá gente que vuele por encima de ti, pero eso no debe intimidarte, sino impulsarte a seguir intentándolo. Busca tu motivación y no la sueltes. 

El límite lo marcas tú.