martes, 29 de noviembre de 2022

Historias casi olvidadas

Aparecen imágenes en mi mente. Desordenadas, semiocultas, tímidas, como si formasen parte de una sutil censura.  
Algún día observé esos lugares de reojo, sobre la marcha, sin prestar suficiente atención, porque casi siempre caminamos a un ritmo demasiado rápido para dedicarnos a observar los detalles. 

Al tratar de recuperar esos momentos surgen sus estampas calladas, como si fuesen fantasmas, veladas y temerosas de dejarse ver. Así funciona nuestra memoria, almacenando retazos de recuerdos en ocasiones inconexos e incompletos, que incluso nos hacen dudar de su veracidad.

Deterioradas por el olvido, como un juguete viejo que ya nadie quiere, víctima de una decadencia prematura. Intento reconstruir las partes rotas, uniéndolas pieza a pieza, tratando de dar sentido a una maraña de extrañas sensaciones, mezcladas entre sí, descoloridas y curtidas por unos años que no ofrecieron tregua. 

Si tan sólo en aquel lejano momento las hubiese dedicado un puñado más de tiempo, ahora sería capaz de disfrutarlas al completo, sin que el esfuerzo de recordarlas me queme la piel. Pero esperé demasiado intentando vivir de corrido, sin detenerme, en lugar de disfrutar plenamente y sin esperas de aquello que tenía al alcance de mis dedos.


viernes, 18 de noviembre de 2022

Océano de sensaciones

Estoy listo, preparado para saltar. Con un rápido movimiento me dejo caer de espaldas hacia la brillante superficie del mar. Con la cabeza por delante, sucumbo a la gravedad en una caída que ya es imparable. 

Me zambullo por completo, creando un delicado burbujeo a mi alrededor. La piel se estremece al sentir el fluido tacto del agua invadiendo todo mi ser sin excepción. Fría, salada, tan inmensa en sí misma que se finge ignorante de su propia extensión. Sin mostrar resistencia me sumerjo en ella, saboreando la sensación que provoca el aumento de presión sobre el cuerpo a medida que alcanzo profundidad. 

Vuelvo a disfrutar del silencio acuático mientras me alejo del barco en el que me tenían preso. Esta naturaleza resbaladiza me ha permitido huir de un monstruo que me sostenía entre sus manos como un trofeo, una joya más para completar la colección. 

Elevo la mirada hacia la superficie, nadie me persigue. Control de daños. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete y ocho. Ocho tentáculos. Suspiro aliviado, todo sigue en su lugar.






lunes, 7 de noviembre de 2022

Imperfectamente único

En un mundo cada vez más exigente con lo excelente, con lo inmediato, olvidamos que las imperfecciones son las que mejor nos definen. Son las que nos muestran tal y como somos, marcando aquello que nos hace diferentes.
Y es que ser diferente en un mundo empujado por modas fugaces que invaden nuestras vidas con tendencias pasajeras y vacías, puede ser un lujo pero también una bendición. 

No es fácil alejarse de lo que la sociedad dicta y espera de ti, pero una vez decidas apostar libremente por lo que de verdad te mueve por dentro, te preguntarás por qué tardaste tanto tiempo en empezar a ser tú mismo. Y abanderar con orgullo aquello que te diferencia, aunque con ello evidencies que eres imperfecto, imperfectamente único.