jueves, 21 de abril de 2022

Una vida más allá de los barrotes

Claudio observa el mundo a través de los barrotes de su celda, pero hoy es el último día de su condena. Ahora podrá explorar aquellos parajes a los que su mente lograba trasladarse para llenar las horas huecas de su larga pena. 

Pero al cruzar el umbral de esa puerta entreabierta, un escalofrío lo recorre hasta la médula. Una inquietud fría y punzante, que vacía a la vez que llena su pecho. Incapaz de iniciar el movimiento hacia su libertad, se siente paralizado por un sentimiento de incertidumbre que hasta ahora no había experimentado.

Los días en la prisión se empapaban de una impuesta certeza imposible de eludir. Sin la protección de sus paredes, Claudio se siente indefenso, vulnerable. Aquello que debiera oprimirle le proporciona seguridad, porque incluso a vivir encerrado se ha terminado acostumbrando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario