miércoles, 4 de octubre de 2023

Tras las forjas de palacio

Guardaste mis sueños tras las recias y hermosas forjas de palacio. Para que no se pierdan, para que nadie los dañe, para tenerlos siempre bien vigilados. 

Pero los años fueron pasando uno a uno, acompasados. Mientras yo me hacía mayor, mis sueños no crecían de mi mano, solo menguaban, haciéndose más y más pequeños e insignificantes a mi lado. Sin realidad que los alimentase, sin fantasía que los inspirara, se fueron marchitando sin remedio ni solución, quedando condenados, atrapados en un cuerpo ya sin fuerza ni vigor.

Ahora que apenas me resta un suspiro, que juego a los equilibrios con mi destino, veo lo equivocada que estuve al dejar que para protegerme, coartaras mi libertad. Ya que desde el espejo me observa una anciana con inocentes sueños de infante, sin tiempo para cambiarlos, cumplirlos o dejarlos volar. Y para qué queremos los sueños si no tratamos de hacerlos realidad.


1 comentario: