Inmóvil a orillas del Arlanzón - Burgos

Qué fácil resulta retratar estatuas. No se mueven, ni se quejan. Tampoco están ansiosas por ver la magnífica foto que les has sacado, que puede que las decepcione por no ser lo que imaginaban. 
Están ahí, impasibles, esperando, sin saber muy bien a qué. Puede que no esperen nada, y simplemente estén viendo la vida pasar. A veces envidio esa falta de preocupación hacia el futuro. Pero no se lo podemos reprochar, solo son estatuas.