lunes, 11 de febrero de 2013

Disfrazados

Los carnavales son muy especiales para los niños, pero esto no significa que los adultos no los podamos disfrutar.

¡Al contrario!

Debemos permitirnos un respiro. Volver a sonreir y divertirnos como lo solíamos hacer. Juguemos a ser otro.
Por un día, aprendamos de los más peques y pongamos al mal tiempo buena cara.





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